IA y Hotelería: ¿Cómo cerrar la brecha?

Un año ha pasado desde la masificación de Chat GPT, la inteligencia artificial (IA) generativa de OpenAI y Microsoft, y el impacto ha sido enorme. La positiva valoración del público general, y los aumentos de productividad asociados a una herramienta que parece saberlo todo, han incentivado a las empresas a invertir en este tipo de soluciones, y también a anunciar que integrarán AI a sus procesos, de tal forma de atraer inversionistas. En efecto, empresas como Nvidia y Microsoft se han visto muy beneficiadas, al ser las proveedoras de equipamiento y software más avanzadas en este ámbito.

Sin embargo, la integración de soluciones de IA a nivel empresarial no es tan directa como uno podría pensar. Más aún, al embarcarse en un proyecto de este tipo, es necesario entrenar la herramienta para que aprenda a reconocer ciertos patrones que se pueden dar en su trabajo habitual (ya sea una pregunta frecuente en una mesa de ayuda, un tumor en una resonancia magnética, o un producto de un catálogo), asociándolos a un resultado u acción específica a realizar, ya sea, entregar una respuesta, identificar una anomalía, o agregar el producto al carrito de compras.

Si lo aplicamos a nuestra industria, se espera que la IA se integre a actividades como coordinación de viajes, búsqueda de alojamiento, transporte en el destino, seguros personalizados de viaje, eventos MICE, alimentación, entretenimiento y también para mitigar el impacto ambiental de un viaje. Ahora bien, cualquier implementación de este tipo requiere de contar con un gran volumen de datos, los cuales deben ser depurados y estructurados antes de ser procesados. Por ello, se percibe como muy complejo llevar estos proyectos a la práctica a pequeña escala.

Es importante consignar que esto no significa que una cadena pequeña o un hotel boutique no pueda integrar IA a sus servicios. Por ejemplo, algunos canales donde ofrecen sus servicios, como Booking, utilizan IA en base a los grandes volúmenes de información que gestionan, con lo cual pueden ofrecer alojamientos más cercanos a la necesidad o intereses de sus clientes.

También hay soluciones de AI que permiten a los hoteles comunicarse con sus potenciales huéspedes de manera directa, como Quicktext, un chatbot que, a través de una IA conversacional y generativa es capaz de identificar lo que le pregunta el cliente, en los 34 idiomas que soporta, respondiendo en tiempo real con un 85% de efectividad. Al procesar un gran volumen de consultas, gracias a su presencia en hoteles de 76 países, reconoce cuáles son las preguntas más frecuentes, y eso le permite identificar qué información requiere ingresarse en el sistema de tal forma de resolver todas las dudas que un huésped podría tener durante su estadía. Gracias a esto, se lograron cerrar más de 301 millones de dólares en reservas en 2022, aumentando la venta directa, en promedio, un 11%.

Como HMG Consultancy, nos enorgullecemos en contar con esta solución en nuestro portafolio, siendo representantes exclusivos de Quicktext en Chile. Como siempre, puedes contar con que te acompañemos en todo el proceso de instalación y operación del sistema. Para saber más, agenda tu hora en este link, o escríbenos a [email protected].

En conclusión, la IA es una gran forma de mejorar la eficiencia de un negocio. Ahora, la gran cantidad de datos que se requieren para poder ocuparla efectivamente tiene, por consecuencia, que la mayor efectividad se logre en grandes empresas, que además deben gestionar bien sus datos en sus sistemas informáticos (es decir, deben tener avanzado su proceso de transformación digital). Sin embargo, eso no implica que una pequeña cadena de hoteles, o un hotel boutique, no puedan integrar IA en sus servicios, ya que hay soluciones, como Quicktext, que se hacen cargo de la complejidad de entrenar a la herramienta de IA, y permiten ingresar la información necesaria para poder responder a sus potenciales huéspedes, haciendo más eficiente la gestión diaria de consultas, y permitiendo aumentar su venta directa, cerrando más negocios sin necesitar contratar a un equipo interno de informáticos.