Sin duda, Metaverso es uno de los conceptos tecnológicos que irrumpió con mayor fuerza durante el 2022. No por nada las principales empresas de big tech estadounidenses han actuado agresivamente para ser pioneros en dicho mercado, como Facebook, rebautizándose como Meta y colocándola como su primera prioridad, por sobre la publicidad en redes sociales, o Microsoft, que adquirió a Activision Blizzard -una gigante de los videojuegos- por 68.700 millones de dólares.

¿En qué consiste el metaverso que lo hace tan interesante? En palabras simples, es la evolución de las redes sociales mediante la incorporación de la realidad virtual. Esto nos permite diseñar experiencias donde millones de usuarios, simultáneamente y en tiempo real interactúan en distintos mapas virtuales tridimensionales e inmersivos (es decir, que generan la sensación de estar ahí). Esto nos podría llevar a pensar en que el metaverso no tiene mucho que ofrecer, ya que sería una versión más aburrida de la realidad, sin embargo, los inventamos a pensar por fuera de la caja y a explorar las múltiples posibilidades que esta tecnología puede ofrecernos a quiénes somos parte de la Hotelería y el Turismo.

Reunión de HMG en el metaverso (Spatial.io)

En primer lugar, en HMG pensamos que el metaverso nos entrega una gran oportunidad para promocionar la marca Chile a los turistas de distintas latitudes. ¿Cómo puedo explicarle la majestuosidad de una Cordillera de los Andes nevada a un brasileño, holandés o danés? ¿Cómo logro que un parisiense, neoyorkino o singapurés se imagine lo infinito de los cielos limpios de contaminación lumínica del Valle del Elqui?. O incluso, y tal vez más importante, ¿cómo le mostramos a los chilenos todos los atractivos que están justo a la vuelta de la esquina?. Entendiendo que las realidades y contextos globales son muy diversos, es muy posible que nuestro país pueda ofrecer experiencias de turismo aventura y de conexión con la naturaleza que son inimaginables para una gran parte del mundo, y que por lo mismo, no pasarían por su cabeza hasta que lo experimentaran, aunque fuera en una simulación.

En cuanto a la hotelería, también existen proyectos que digitalizan la planta del Hotel, de tal manera que los usuarios puedan imaginarse su estadía en el alojamiento. En este sentido, se puede hacer una cuidada representación, que considere la ubicación, las habitaciones (y la vista que se tiene desde ellas), y la infraestructura, como piscinas, jardines, spa, gimnasio, y todas aquellas características que convencerán al usuario para realizar una reserva, o incluso concretar upsellings sobre servicios adicionales. Pero no sólo esto se puede hacer en el metaverso. También, y relacionado al segmento MICE, podemos presentar a nuestros potenciales clientes el plano de las salas de convenciones, haciendo posible imaginar cómo se llevaría a cabo un congreso o un evento en dicho lugar, obteniendo feedback clave de nuestro cliente, e incluso, desde lo operativo, nos permitiría repasar las rutinas requeridas para entregar un servicio de excelencia. Y, siendo más ambiciosos aún, ¿no les parece que el metaverso es una mejor forma de visitar un plano arquitectónico para una ampliación o, incluso una nueva propiedad?.

RIU Hotel Metaverso
La versión del Hotel Riu Plaza España en el Metaverso

En conclusión, esta red social de realidades virtuales es una gran oportunidad para llegar a nuestros clientes, haciéndoles sentir, con sus propios sentidos, como serían aquellas vacaciones soñadas en los distintos destinos de Chile. También puede permitir una mejor comunicación con nuestros potenciales clientes del segmento MICE, así como la adopción de mejores prácticas operacionales. Entendiendo que la tecnología aún no está del todo madura, y que los costos pueden estar fuera del alcance de la mayoría del mercado, también es cierto que este tipo de ejercicios mentales nos permitirá estar preparados para el momento en que proyectos de esta envergadura sean rentables y generen valor para la industria.

¿Les parece atractiva esta propuesta? ¿Creen que será sólo una moda pasajera, o que es posible generar valor a partir de ella?